
🖼 Todos los cuadros que tiré 🖼 de Cecilia Pavón @poscultura @eternacadencia @leemosbigsurarg
«Escribir es aceptar el desgaste de los objetos, la poesía es como el óxido; manchas de una naranja imposible, que lentamente van corroyendo la columna vertebral de una vida. Lo he meditado durante años: la vida existe solamente para ser consumida por la poesía como un poste de hierro que es tirado abajo por el misterio del óxido».
El libro reúne una serie de cuentos breves o crónicas en primera persona. Cada uno de ellos toca temáticas como el consumo relacionado a la sociedad capitalista, el oficio de escribir, los vínculos, el arte y la poesía. Poseen un tinte cercano y peculiar, se encuentran en el umbral de lo ligeramente incómodo y al mismo tiempo invitan a permanecer expectantes de lo que puede pasar después.
El estilo de Pavón atrapa por su frescura tangible. La combinación de prosa y poesía está impregnada en cada página y hace que el libro sea un gran candidato para subrayar por completo. Además, pregona la sensación de inmiscuirnos en el mundo propio de la autora. Ella confiesa experiencias sensoriales que como lectores nos conmueven desde un lugar poco explorado.
En uno de los relatos, Pavón, menciona que antes de tirar un cuadro que le regalaron lo intervino. Automáticamente pensé en cómo leo. Para mi la actividad lectora no está completa hasta que un lápiz, post it o resaltador entra en acción. Me decía a mi misma y a ustedes en varias oportunidades que esa es mi manera de hacer el libro parte de mi. Fue entonces cuando leí ese cuento de los cuadros que me di cuenta que lo que hago es intervenir los libros y por eso es que la sensación se encuentra lejos del ultrajo y más cerca del arte.